Jonathan Mak es un diseñador de Hong Kong de 26 años que, pese a su juventud, ya cuenta con diseños virales y campañas para grandes multinacionales en su curriculum. A pesar del éxito, en su portfolio reconoce que parte del mérito, lo tiene la capacidad de difusión de Internet y haber acertado con el momento oportuno. Con esta humildad, se compromete a seguir mejorando sus habilidades y desarrollándose profesionalmente.
El logo tributo a Steve Jobs que se convirtió en viral
Dicen que no hay mal que por bien no venga y, por crudo que suene, la muerte de Steve Jobs le vino de perlas a Jonathan Mak, pues fue su trampolín a la fama.
En agosto de 2011, cuando Steve Jobs dimitió como CEO de Apple, Mak era todavía estudiante de segundo año de Diseño en la Universidad Politécnica de Hong Kong pero esta decisión de Jobs lo llevó a crear un diseño para homenajear la pisada tan significativa que dejó en Apple y en la tecnología en general. Sin embargo, la ilustración pasó desapercibida hasta la muerte de Steve Jobs en Octubre de ese mismo año, cuando Jonathan Mak volvió a subir su diseño, que consistía en la manzana, imagen de la compañía, cuyo mordisco era el propio Jobs. Para su sorpresa, el diseño se convirtió en viral y fue compartido mundialmente por famosos y medios de comunicación como tributo al recién fallecido ídolo.
La oportunidad que dio paso a Coca-Cola
El mismo Jonathan Mak dijo que «Sólo quería que fuera una conmemoración silenciosa de constatar su ausencia» pero este logo tributo a Steve Jobs le valió para que Graham Fink, director creativo de Ogilvy & Matter China, se fijara en él y, posteriormente, le ofreciera un contrato para crear la imagen de la nueva campaña de Coca-cola. Fink, simplemente le dio una idea «Compartir una Coca-cola» y Mak diseñó la imagen. El resultado fue la cinta blanca representativa de la marca, convertida en dos manos que agarran una botella de Coca-cola en un espacio negativo. El diseño cautivó a los altos cargos de la compañía, como a Stephen Drummond, director creativo de Coca-Cola en Asia y el Pacífico, que calificó el diseño de inusual e intrigante a la vez que destacaba el impacto que generó en el público. El diseño de Jonathan Mak formó parte de la campaña mundial «Destapa la felicidad» en China y ganó el Grand Prix de Cannes.
Democratización del diseño
Cuando se le preguntó a Graham Fink sobre qué creía que opinaba la plantilla de su agencia al contratar a alguien externo y estudiante de segundo año, contestó que él lo veía como competencia positiva pero la verdad es que, en esta materia, hay un amplio debate, ¿todo el mundo puede ser diseñador?
Tal y como dice Bruce Nussbaum, escritor y analista de diseño, gracias al software al alcance de todos, a Internet y a Youtube, todo el mundo puede diseñar y todo el mundo quiere participar e insiste en estar implicados en los diseños que tienen que ver con sus vidas. Nussbaum, defiende que el diseño está cambiando radicalmente, que los diseñadores deben dejar de lado su ego y descubrir cómo implicar al cliente en el proceso y diseñar con él.
Sin embargo, la relación cliente-diseñador, con respecto a las decisiones sobre diseño, es un tema de debate y ha sido parodiado en este divertido vídeo (que está en inglés pero podéis activar los subtítulos en castellano):
Y tú ¿estás a favor o en contra de la democratización del diseño?